Cultivar el bienestar de los niños y niñas, desde la familia.

La familia es un equipo, es mi refugio, es un grupo de personas diferentes que se apoyan. Muchas son las definiciones que he escuchado cuando lanzo la pregunta ¿qué es para tí la familia?.

Una de las necesidades incuestionables de los niños y niñas es el pasar más tiempo con mi familia. Lo he comprobado y confirmado en numerosas ocasiones a través de mis acompañamientos.

El bienestar familiar se cultiva. Y para ello, aquí os dejo algunos tips, posibilidades o estrategias para cultivar el bienestar de las niñas y niños, desde la familia.

  1. Conoce bien todo lo que me gusta. Ocúpate en descubrir y conocer todo lo que me gusta hacer en el día a día y cuáles son mis pasiones, talentos y virtudes.
  2. Ayúdame a explorar y explotar mis talentos. Provéeme de espacios en los que pueda fortalecer mis capacidades y desarrollar y explotar mis talentos y virtudes.
  3. Escúchame desde el amor, de forma activa y plena, mirándome a los ojos y con paciencia, para poder conectar conmigo y entenderme.
  4. Usa el poder de la calma. Está demostrado científicamente que tu calma favorece nuestra comunicación, mi crecimiento y desarrollo socio-emocional.
  5. Enséñame cosas acerca de mí, de mi cerebro y de mis emociones. Conocerme me abre a la posibilidad de autogestionarme.
  6. Acompáñame en mi sentir y ayúdame a desarrollar y fortalecer mi sentido interoceptivo. Podemos hacerlo juntos.
  7. Ofréceme tu amor hasta en mis peores momentos. Acompaña mis sensaciones y emociones. Mis neuronas espejo me ayudan a aprender de ti y a vivir cualquier situación con inteligencia emocional.
  8. Dame técnicas eficaces para resolver mis «problemas». Aprende alguna, úsalas tú primero y practiquemos juntos.
  9. Provoca a mi creatividad. Anímame a pensar los “problemas” de muchas maneras. Aprende tú primero cómo hacerlo.
  10. Si me das un folio en blanco podré contarte historias emocionantes. Está demostrado el poder canalizador que tiene usar el arte para expresar nuestro mundo emocional.
  11. Sólo pídeme que haga lo que tú ya practicas. Es honesto educarme desde el ejemplo.
  12. Usa mis errores para mostrarme cómo mejorar, no para mostrarme lo mal que puedo hacerlo. Activa mi mente de crecimiento.
  13. Usa pensamientos y emociones agradables. Está demostrado científicamente, que los pensamientos y emociones agradables promueven nuestra sincronización neuronal.
  14. Marquemos juntos normas, límites y consecuencias a la falta de cumplimento. Me aportará seguridad y sentiré mayor confianza en mí, si sé que normas y límites tenemos en la familia.
  15. Prioriza mi desarrollo personal y socio-emocional. Es la pieza clave para el sano desarrollo integral de mi persona. Aquí tienes una coach para acompañarte 😉

Puedes elegir una de estas posibilidades, enfocar en ella durante 24 horas, prestar atención a cada momento y ponerla en práctica cuando veas la oportunidad. Pasado este tiempo, toma un folio y responde:

  • ¿Qué idea he puesto en práctica?
  • ¿Qué he descubierto al hacer este gesto?
  • ¿Qué beneficios he encontrado practicando esta estrategia?
  • ¿Cómo lo he hecho?
  • ¿Qué posibilidades se abren al usar esta idea?

También puedes compartir conmigo tus descubrimientos, ya que, estoy convencida de que aprenderé de tí algo nuevo. ¡Abrazos!

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