Hace unos meses estuve facilitando unos talleres al alumnado de 2ºESO, en el marco de las Jornadas de Convivencia Tutorial de Escuelas San José de Valencia, para promover la comunicación asertiva en su día a día.
/https://coachingparapequenosheroes.es/taller-de-asertividad-y-comunicacion-no-violenta/
Ahora, vuelvo al centro educativo a acompañar a las familias de estos chicos y chicas para mostrarles nuestro trabajo y poner en valor a la asertividad, como herramienta para favorecer y potenciar la comunicación en el seno familiar.
Todos sabemos que la asertividad es un arte. Nos ayuda a comunicar de forma respetuosa nuestras ideas, sin entrar en juicios o amenazas.
Además usar la asertividad como estilo de comunicación, promueve contextos emocionales saludables y potencia el desarrollo emocional de los niños y jóvenes.
Para usar la asertividad con tus hijos e hijas, primero has de ser consciente de tu estado emocional, has de ser consciente de tu «desde dónde me comunico».
Antes de hablar y comunicarte, puedes preguntarte: ¿desde dónde voy a iniciar una conversación 🗨️ 💬 con mi hijo/a? (miedo- supervivencia o confianza-amor). Desde la supervivencia, es mejor el silencio que la comunicación.
Puedes usar alguna de las numerosas técnicas asertivas que nos ofrece el coaching y la comunicación no violenta, siempre que tus sensaciones tiendan a ser neutrales y tus pensamientos pacíficos, desde la calma.
Usar la asertividad en la familia aporta numerosos beneficios para el desarrollo emocional de los niños y adolescentes, además de mejorar la convivencia y fortalecer los vínculos familiares. Aquí tienes algunos de los beneficios más importantes del uso de la asertividad en el entorno familiar:
Mejora la comunicación y la confianza familiar. Los niños y adolescentes se sienten escuchados y valorados cuando los padres expresan sus opiniones y sentimientos de manera clara y respetuosa, sin imponer ni ceder. Esto fortalece la confianza en la relación y facilita la comunicación abierta.
Favorece un desarrollo de la autoestima sano y aporta seguridad personal.
Cuando los niños crecen en un entorno donde se comunican con respeto y firmeza, aprenden a expresar sus necesidades sin miedo, reforzando su autoestima y confianza en sí mismos.
Reduce conflictos y tensiones familiares.
La comunicación asertiva permite resolver diferencias de manera calmada, evitando gritos, reproches o silencios prolongados que dañan la convivencia. Se establecen acuerdos en lugar de imponer o someterse a los demás.
Promueve la autoconsciencia y, por tanto, la creación de emociones agradables para vivir la situación a resolver.
Los niños aprenden a reconocer y expresar sus percepciones y pensamientos sin reprimirlos ni explotar. Esto les ayuda a manejar sus pensamientos con inteligencia emocional.
Promueve el respeto y la empatía.
Al modelar una comunicación basada en el respeto mutuo, los niños aprenden a ponerse en el lugar del otro, entender diferentes puntos de vista y construir relaciones más armoniosas con familiares y amigos.
Facilita el desarrollo de habilidades sociales
La asertividad les ayuda a interactuar con los demás de manera positiva, establecer límites sanos y defenderse de manera respetuosa en situaciones de presión o conflicto.
Le prepara para la vida adulta.
Los adolescentes que practican la asertividad están mejor preparados para afrontar retos en la escuela, el trabajo y las relaciones, ya que saben defender sus ideas, negociar y resolver problemas sin agresividad ni sumisión.
Por tanto, incorporar la asertividad en la familia no solo mejora la convivencia diaria, sino que también sienta las bases para que los niños y adolescentes se conviertan en adultos emocionalmente equilibrados y capaces de construir relaciones sanas.
Si necesitas acompañamiento para el desarrollo de habilidades emocionales o talleres para promover el bienestar en tu centro educativo, institución o en tu AMPA, conecta conmigo.
¿Hablamos de inteligencia emocional?