EL GRITO COMO RECURSO EDUCATIVO

¿Para qué usas el GRITO en el aula o en casa?

🗣 Para que me escuchen

🗣 Para que dejen de gritar

🗣 Para que me presten atención

🗣 Para frenar una actitud violenta

🗣 Para que me hagan caso

🗣 Para que se pongan a trabajar

¡Qué incongruencia!, ¿verdad?

Con todo lo que sabemos sobre el cerebro, gracias a las neurociencias, usar el grito para comunicarte con un/a niño/a, es un recurso poco o nada eficaz, si lo que queremos es que el/la niño/a pueda mirarse y ver qué está pasando en un momento determinado.

Todas las especies que habitan nuestro planeta, usan el GRITO para alertar de peligros reales. El grito desata cortisol, la hormona del estrés. Vivir en permanente estado de alerta, no es nada saludable para el cerebro y el organismo de un niño/a (ni tampoco para el cerebro del adulto que se comunica desde ahí).

«Cuando me regañan, me asusto», me confesó un día una niña.

Los GRITOS pueden llevar a un niño/a a practicar actitudes del estilo:
«No quiero ir al cole»
«No quiero comer»
«Me duele la barriga / o la cabeza»
«No puedo dormir»

«No quiero hacer deberes «

«Qué rollo estudiar»

«Molesto a los demás»

Usar el GRITO de forma sistemática, confunde al niño/a. Al usarlo, le estás enseñando, a través de tu ejemplo, a normalizar ese gesto como referente suyo que eres (padre, madre, docente, monitor/a…), y además contribuye a una merma de sus capacidades cognitivas, como por ejemplo (percepción, atención, memoria,…).

Usar el grito en el aula o en casa, te aleja de esa función, como líder educativo que tienes, de crear un entorno de afecto y confianza para que el niño/a se abra al aprendizaje.

Como referentes educativos hay muchos otros recursos que podemos usar.

Quizás una buena pregunta que puedes hacerte ahora y en tu día a día es: ¿estoy educando desde el amor y la confianza, para ver sus necesidades a cubrir, o desde el miedo, mis frustraciones y mis necesidades no satisfechas? 

Y en tu día a día en lugar de usar el grito como recurso educativo puedes disponerte a educar bonito, comenzando a practicar algunas cosas:

❤️ La no acción para vivir las situaciones, sin recurrir a respuestas impulsivas o agresivas hacia los/as niños/as.

❤️ Conciencia plena. Prestar atención, no a la situación, sino a tus propios pensamientos y sensaciones internas, antes de responder a situaciones desafiantes y retadoras para tí.

❤️ Practicar la empatía para conectarte emocionalmente con los niños y abordar los problemas desde el amor y la comprensión. ¿Cómo te sientes tú cuando te gritan?

❤️ Incluir pequeños momentos de calma y reflexión en tu rutina diaria. ¡Respira y siente tus emociones! 

❤️ Visitar a tu coach de vez en cuando.

¿Qué más recursos tienes tú para afrontar situaciones difíciles en el aula o en casa, sín recurrir al GRITO? 

Me encantará leerte en comentarios. Abrazos de tu coach 🤗

 

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