Como padres y madres (así como como docentes o educadores), transmitimos más con nuestro ejemplo de lo que podemos imaginar, gracias a la función de las neuronas espejo. Véase https://neuro-class.com/neuronas-espejo-en-el-maravilloso-mundo-de-la-educacion/
Un niño o una niña aprende del ejemplo de los adultos (nuestras creencias, pensamientos, palabras, gestos o acciones crean la realidad en el cerebro del niño o la niña). Un niño es como un frasco vacío que vamos llenando de conocimientos y experiencias. Una buena pregunta que puedes hacerte cuando interactúas con un niño o una niña es: ¿de qué voy a llenarlo con lo que voy a hacer o decir?
En contextos familiares y educativos, en situaciones estresantes, si los adultos nos dejamos llevar por nuestros impulsos y reaccionamos de manera explosiva, podemos decir cosas que hieran a nuestros hijos y los etiqueten de manera negativa (eres tonto, eres vago, eres, eres, eres…). Es en estos momentos de tensión cuando echar mano de nuestra inteligencia emocional como referentes adultos de los menores, puede ser especialmente útil (ser conscientes de como pensamos y sentimos en un preciso momento, regular nuestra energía interior, ponernos en el lugar de nuestros hijos y accionar inspirando con una actitud en pro del bienestar familiar). Recuerda: eres su mayor fuente de inspiración.
Una práctica milenaria que puede transformar la forma en que nos relacionamos con nuestros hijos o alumnado es el Wu Wei, o el arte de no hacer nada, ya que hacer menos puede llevar a más conexión, crecimiento y armonía en nuestras relaciones familiares.
Wu Wei: la forma más adecuada de afrontar una situación es «no actuar».
Vivimos muy deprisa: horarios poco flexibles, actividades, responsabilidades, expectativas, … y a menudo nos vemos atrapados en un frenesí constante, tratando de hacer más y más para asegurarnos de que nuestros hijos tengan éxito y una actitud proactiva y sana ante la vida. Sin embargo, a veces olvidamos que el verdadero poder radica en la capacidad de simplemente ser y permitir que las cosas fluyan naturalmente.
El Wu Wei nos enseña a reconocer cuándo estamos actuando desde un lugar de tensión y estrés (en modo supervivencia), y nos invita a detenernos, respirar y simplemente ser testigos de lo que está sucediendo sin sentir la necesidad de actuar de inmediato. En lugar de reaccionar de manera impulsiva, podemos permitirnos sentir nuestras emociones, aceptarlas y luego responder de una manera más consciente y compasiva. Permítete tiempo para accionar la próxima vez que detectes que estás en modo supervivencia.
Como bien dice uno de mis coachees: es mejor respirar 1000000 veces, que dejarte llevar por lo primero que te dice tu cerebro.
Para que puedas aplicar el arte del Wu Wei en la educación de tus hijos aquí tienes algunas ideas:
- Conciencia del Momento Presente: Practica la atención plena y la conciencia del momento presente. Date cuenta de cuándo estás en modo «supervivencia» y tómate un momento para respirar y volver a conectarte contigo mismo antes de interactuar con tus hijos. Revisa tus valores personales (esos que quieres transmitir para que ellos den lo mejor de sí mismo). Antes de actuar, vuelve a preguntarte: ¿de qué voy a llenarlo con lo que voy a hacer o decir?
- Escucha Activa: Dedica tiempo a escuchar realmente a tus hijos sin juzgar ni interrumpir. Dialoga, realiza preguntas abiertas que inviten a la toma de conciencia, permíteles expresar sus pensamientos y emociones sin sentir la necesidad de arreglar o solucionar nada de inmediato.
- Empatía y Compasión: Cultiva la empatía y la compasión hacia ti mismo y hacia tus hijos. Desde la supervivencia, no vas a solucionar nada. Reconoce que todos tenemos días difíciles y momentos de vulnerabilidad, y trata a tus hijos con la misma gentileza y comprensión que te gustaría recibir a ti.
- Flexibilidad y Adaptabilidad: Sé flexible y adaptable en tu enfoque educativo. Les estarás enseñando dos aspectos fundamentales en inteligencia emocional: la capacidad de adaptación a las situaciones sin intentar cambiarlas y la flexibilidad para adaptarte a ellas de la mejor forma posible. Reconoce que cada niño es único y puede necesitar diferentes tipos de apoyo en momentos diferentes. Aplica la apertura para usar diferentes estilos de liderazgo (la autoridad no siempre es útil) cuando sea necesario y confía en pedir ayuda cuando creas que sólo no puedes reconducir situaciones.
- Y lo más importante, respétales como personas valiosas que son y confiar. Confía en sus posibilidades, capacidades y en su proceso de aprendizaje de la vida con tu compañía y buen reflejo.
Al practicar el arte del Wu Wei en la crianza de tus hijos o acompañamiento en el aprendizaje de tu alumnado, no solo les estarás enseñando lecciones valiosas sobre la importancia de la autenticidad, la paciencia y la compasión, sino que también estarás creando un ambiente de amor y aceptación en el hogar y en el aula. Recuerda que a veces, hacer menos puede llevar a más crecimiento y conexión en la relación con tus hijos.
A mi me sirve. Es la mejor forma de enseñar cuando las cosas se ponen difíciles. Y tú, ¿has usado el Wu Wei en alguna situación concreta? Te leo en comentarios o por privado.
Coaching para Pequeños Héroes es mi proyecto de emprendimiento para ti. Desde la infancia, pasando por la adolescencia, la juventud o la adultez, valora el coaching cómo herramienta para florecer con sentido y propósito. Y con paciencia, confianza y sin prisas los resultados irán llegando.
¡Yo, te acompaño! enamorada de mi propósito, en este proyecto y tu proceso de autoconocimiento y desarrollo vital.